Esto debe
ser escrito fresquito!
Acabo de
regresar con Milos. Nuestra clásica caminata nocturna hacia el
cementerio, mientras el va orinando en todo pretexto del camino que puede;
pasar por aquel lugar que cada noche lo hago sintiendo el fresco de la
noche…tan agradable para mi ser, y más aun con una botella de vino tinto
compartido con Yvonne en la cena con un delicioso pollo preparado por ella,
leyendo, riéndonos, y reafirmando que mas allá de toda la intensidad que siento
por la vida ante vientos frescos que vienen por toda dirección, que sé
que ella es mi puerto de vida, donde es y será mi gran arribo entre sus fuertes
muelles hasta que mis velas quieran dejar de navegar.
Kiara estudia, contándonos su tarde de surfeo en Tortuga Bay , con esos vientos
fuertes del sur, y sus peripecias con aquellas olas que se arremolinaban en
colores intensos que, tuvieron la virtud de no dejar ver si había o no aquellos
tiburones, con los cuales está aprendiendo a convivir!
En ese
caminar, se me venían precipitadamente pensamientos de hoy mismo. En la mañana
que llevé a Kiara al colegio, pero en una camioneta para llevar su trabajo de
Ciencias Naturales en una gran tabla de exposición. Llegamos muy temprano, con
la decisión de bajar luego corriendo aquellos 5kms que separa su colegio de la
casa. Pero esos impulsos que no tuvieron el tiempo suficiente de ser atendidos
previamente de salir de casa, se venían de forma precipitada justamente
instantes que me prestaba empezar al correr…
51 años de
edad! buscando una entrada, un paraje…un espacio cubierto por aquellos mismos
montes en aquel camino vecinal, y encontrar!, y mientras hice lo que tenía que
hacer me reía!, de la felicidad de tener la libertad, o locura, o capacidad de
hacer lo que estaba haciendo, y simplemente luego, lanzarme a correr por ese
camino de tierra, feliz, golpeando el camino entre los arboles hasta llegar a
la carretera principal y llegar a casa totalmente sudado, y con las
primeras gotas de una llovizna con lo cual fui recibido los últimos metros
previo a casa.
Eso es
nuestra vida… mi vida. Mi decisión. Lo que a mi entender es mi calidad de vida.
Un lugar que se acopla al paraíso que yo quiero vivir. Ya que el paraíso no
está a la vuelta de la esquina.
El ipod
suena a gran volumen…la música de Yvonne, y especialmente de Kiara,
cantando, bailando…estudiando!. Yo, terminando estas líneas.
Irrelevantes…para quienes lo lean, quizás; pero para mí…un registro de este
momento…un instante mas de esta vida que tenemos.
Ricardo
Puerto Ayora,Santa Cruz, 3 de Junio 2014., 21h00.
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