Hay lo mas interno en uno que solo se exterioriza
en la medida que tú mismo desees. Esa conciencia intima es lo más fiel que
tenemos.
En esta constante búsqueda del equilibrio entre
la cronología de los años que nos quedan
contra el volcán de vida que sigue
erupcionando en uno buscando la trascendencia, una claridad, o paz mental pero sin descuidar
nuestro “ago”, no encuentro mejor herramienta para potenciar lo mejor de uno que el hacer deporte con un propósito. “Una meta es un sueño con fecha”, logo de un triatlón
que define muy bien lo que debe ser una vida con sentido.
Además del disfrute que tengo con la
lectura y la compañía de quienes amo, es mientras entreno, en esa soledad interna con
cada pisada, o braceada, o pedaleada, con un entorno de arboles, mar, caminos, sudor,
a veces con compañía, la gran mayoría no,
es que estoy en los mejores diálogos internos conmigo mismo.
Piensas, y no puedes mentirte; es verdad pura!
sientes en cada latido, jadeo en la respiración, o a veces que tus músculos se
tensan, que tus pensamientos aclaran lo que es importante y no urgente, la
fuerza del amor que mueve a veces más que el de la voluntad misma, ves lo vulnerable que es la vida, y comprendes
la grandeza de la naturaleza, y te ubica cada vez más y más haciéndote entender que solo tenemos
esta vida…un largo momento en esta infinita existencia.
Hacer triatlón no es solo aquel día de la
competencia, es el proceso de todos los días, semanas y meses previos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario