lunes, 17 de julio de 2017

El oceano


El 14 mar. 2017, a las 22:54, Ricardo Arenas <ricardo@arenas.bz> escribió:
Adriano,

Empiezo esta reflexion contigo; aunque la comparto también a tu madre, a tu hermana y a algunos.

Tu madre quien ha vivido más directamente sobre barcos 33 años, tiene una  relación legitima con el mar y sus olas. Tu hermana, que está gustando sus olas por surfear.

El vivir dentro de Galapagos día a día  ha hecho que quiera este lugar, especialmente  por lo que me ha brindado las islas y porque he llegado a entender el valor de lo verdaderamente importante. Pero justo por estar adentro nos cuestionamos porqué las islas se deterioran especialmente en las areas de convivencia humana, y actuamos  dispersando nuestras discusiones en lo intrascendente, o en acciones de poco resultados.  

Aquí es importante mirar desde arriba y tratar de entender qué es Galapagos, qué pasará en el futuro, y parte de qué somos?. 

En la intensidad de mis 54 años que entiendo que la política  actual no va a salvar a Galapagos ni al país, por más alcaldes, instituciones, candidatos, ni la izquierda ni la derecha, peor la camioneta rodando las calles gastando ineficientemente recursos y energía, es porque busco algún tipo de resultado consistente a mis actos (somos lo que hacemos),  reiterando  lo que siempre he pensado y que lo emprendo ahora  iniciando este movimiento contigo, en que tan solo el hecho que me leas o escuches te hace ya parte de todo esto!   

Entender primero lo verdadero: no hay cinco océanos  hay un solo océano, uno solo…y de este solo y único océano depende toda la vida y el futuro. 
 
Que quienes vivimos en islas y estamos relacionadas a ellas  somos parte de un grupo único de personas que tenemos una marca diferente, y es obligatorio estar conectados con el sitio.  
Es evidente que aquella   gente que vive aquí y no se "conecta" sea via educación, conciencia, conocimiento, estilo de vida, causan un efecto contraproducente al  lugar y lo afecta.   
Analizar la sociología e historia de quienes viven en islas oceánicas en otras partes del mundo nos permite ver porquê sus lugares siguen siendo especiales.

De lo que he seguido en lecturas en estos últimos meses sobre nuestros océanos, de que toda la vida dependerá tanto en controlar su acidez, en mejorar sus pescas de forma sustentable,   que se puede generar energía limpia en beneficio del planeta,  depende gran parte de  cómo damos pequeños pasos en conocer el océano, disfrutarlo, protegerlo,  relacionarlo con la gente y muy en especial de quienes habitan estas islas oceánicas. En transmitir con solvencia este mensaje y mucho más en acciones y ejemplos.
 
Pero quiénes tendrían la autoridad de impulsar este movimiento o acción dentro del Ecuador, y muy en especial en Galapagos?  Pues como en todas las cosas en la vida: la autoridad la tiene quien tiene el conocimiento; lo lideró alguien en las islas?   Y quiénes tienen el conocimiento? La Academia… las Universidades.

Son ellas o una de ellas que debemos lograr que sea el catalizador que lidere este empeño en  Galapagos,  y con su Autoridad de conocimiento imponga acciones y recomendaciones necesarias de políticas de manejo sobre la region, y que a través de una de ella lograr que se vinculen otras universidades del mundo, que estén vinculadas con el mar, y hacer que se impulse con fuerza esta importancia que el Océano nos brinda para el futuro.   Imagínate investigaciones o avances  en uso de energía renovable proveniente del mar, y que sirva para darle sustentabilidad y autonomía a Galapagos y opciones de energía al Ecuador o al resto del mundo?  Todo esto tomará tiempo, años;  pero hay que hacerlo. Hay que sumar pensamiento y gestión.

Tu saldrás a navegar en las próximas semanas a otros países en una pasantía a través del océano.  Del mar  vive una de cada seis personas en el planeta; vivimos nosotros, y  todo el planeta podrá hacerlo todavía en el futuro. Tú desde la posición que tengas, e inclusive si no sea lo tuyo en lo inmediato de tu vida profesional, esta responsabilidad, necesidad y oportunidad sobre entender el oceano y contribuir positivamente en esta causa  pueda ser también para otros  ha valido ya la pena, y es suficiente para que quede  semillas sembradas.  

Impulsaré esto en grupos de pensamientos.

Este es un primer escrito que hago al respecto. Lo dirijo a ti, quizás por tu edad, por tu preparación, porque te quiero, o porque por hijo mío debo incentivarte a ser honesto con tu conciencia,  y positivo en tus acciones.  Mucho hay por escribir!; subamos el nivel de lo importante, pero nunca hay que dejar de pensar, tampoco de intentar!


Ricardo
Santa Cruz, 14 de marzo 2017

sábado, 15 de julio de 2017

La nadada

Antes que se haga extemporánea esa sensación placentera que siento de un viaje que hice con Yvonne semanas atrás, es indudable que lo que apreciamos, interpretamos o sentimos, depende gran parte de cómo lo aprecias, te lo interpretan e interpretas, y cómo quieres sentir.

Viaje largo hasta llegar donde debimos hacerlo. Empezó la aventura en Sicilia; lugar y gente diferente, particular, latinos, de largas raíces, de hablar alto.
Me propuse un reto meses atrás,  deportivo para muchos pero inmensamente significativo para mi, cruzar nadando el Estrecho de Messina.  Este, aquel que separa Sicilia del resto de Italia, y que en todos los mapas del mundo lo vemos en la parte baja de la “bota”.
Horas y horas nadé en casa durante muchas semanas para llegar aquel momento de estar parado desde temprano de aquel domingo en el lado norte de esa ciudad orillera de pescadores de "pez espadas", mirando la otra costa que no conocía y  donde debía llegar.
Amaneció lloviendo; la información recibida que en esa época nunca pasa.  Sus aguas oscuras te indicaban que no eran iguales como las que rodean mis islas, pero a la final pensé son las mismas.  Al fin y al cabo mares diferentes, pero un solo océano.
Los botes preparados; “Giovanny” nadador y pescador local quien organizó la cruzada no dejaba de gritar, o mejor dicho, de hablar o dar indicaciones.  Éramos nadadores de diferentes lugares de todas las edades, familias, ajetreos, botes, mucha gente de soporte;  quizás yo era entre los participantes parte de los mayores.    Rayos de luz empezaron abrirse entre las nubes, los tonos de azul se ampliaron en el agua, Yvonne ya en uno de los botes, el grito de salida mientras el pulsómetro no se activaba…empezamos a nadar!

Brazada y brazada, intentando agarrar ritmo sin dejar de avanzar, Yvonne ahí en la cubierta del barco  podía verla entre cada respirada. Ella siguiéndome en mis locuras, y en cambio yo viendo lo inmensamente lejana que estaba esa otra orilla.
Habrán sido a los trescientos metros, que de un momento a otro una corriente de agua helada que nunca había sentido antes me agarró; no era fría, era helada.  Era uno de los pocos que nadé sin traje a lo galapagueño o a lo “yo mismo”.  Me oprimió el pecho y los pulmones, no podía sincronizar la respiración, y me faltaba aire, dudé si podría… pero se me vino en cascada a mi mente la cantidad de amanecidas y horas nadadas en la Estación Darwin, mi mujer que estaba ahí  luego de tremendo viaje desde Guayaquil hasta llegar a donde estábamos en este instante, en Adriano y Kiara que les paso repitiendo que hay que esforzarse hasta el final, y yo ahí, en medio de una temperatura helada que me tenia a punto de renunciar, con mis 54 años de edad congelándome, tan solo me repetía: sigue, sigue…sigue. 
Al kilometro de nadar a ese paso, que me parecía eterno cada búsqueda de aire y  ordenarme a mi mismo que no hay opciones, salí de esa corriente y ya  enfocado en un ritmo, pero en cambio, al grito de mi bote acompañante  hacerme saber que estaba desviado del rumbo.
Como una vida! para enrumbarme tuve que nadar otro kilometro más; mis ojos eran húmedos envuelto en pensamientos, recuerdos, mis vacaciones de niño, mis padres, mi vida, las nadadas en Ayangue, mis temores, caídas, inicios , y más inicios,  amores, y que solo somos cuerpo, alma, espíritu, y voluntad.
Reiterar que lo más importante en la vida es estar agradecido por todo, como por ese  sencillo privilegio de  estar ahí cruzando un canal de mar y  haciendo mi propia historia, que a la final es un granito para la de los míos.   Era necesario hacerlo? solo estará en mi la respuesta.  Solo nos queda “vivir para contarla”.

Qué diferente son las aguas del Mediterráneo con las del Pacifico y muy en especial con las de Galápagos.   Pero estando ahí afloraban tantos autores, tantas canciones escuchadas y cantadas; tantas narraciones, lo poco que sé de historia universal y de gentes por siglos que las han cruzado haciendo de este mundo lo que es, me los imaginaba ahí, viendo las mismas  montañas y sintiendo las mismas fuerzas que pasan por  ahí siempre.

Seguía con ese mar movido entre mis brazos entre  cada brazada para impulsarme. Lo abrazaba, de hecho el nadar  en mar abierto y lo leí por algún lado es: “abrazar el mar”.
Al tercero o entrando al cuarto kilometro volví a estar en otra corriente helada, pero yo ya no era el mismo, aun estando más cansado ya sabia cómo sobrellevarla, la otra orilla se veía más clara, divisaba ya casas, y sabia que esa misma corriente me daban esa razón, energía, deseos, sí… ese deseo inconmensurable que siempre tengo a todo, y que por tal no significa que todo sea racional.   

Peces muy pequeños veía, la orilla se acercaba, el del bote que me acompañaba creo que lo llevaba aburrido.  Los otros nadaron mas rápido que yo, pero ya estaba en lo mío me estaba ganándome a mi mismo.  Entre mi brazo derecho y las bocanadas de búsqueda de aire vi la hermosa sonrisa de Yvonne con esos ojos verdes intensos que han llenado parte de mi vida, que seguía en el bote sobresaliendo. Supe que había  viento porque su  cabello se movía. Sentí agradecimiento, siento amor.
Ya veía aquellas piedritas redondas en el fondo mientras nadaba…estaba llegando, seguí braceando, puse mis pies en tierra, apagué el pulsómetro, sonreí desde adentro! Sonrisa que solo la vio el reflejo de aquel mar  que me acompañó las casi dos horas de estos especiales cuatro kilómetros y medio que nadé.

El beso de ella, ponerme una chaqueta, y regresar a bordo de ese clásico bote pesquero siciliano al puerto de salida, entre los gritos o instrucciones de este  nadador de la zona que entiendo  es una leyenda viviente de la natación: “Giovanny”

Creo que en el pasado Albert Camus escribió sobre mi aún cuando no termino yo todavía de vivir. 
“ En mitad del invierno, encontré en mi, un verano invencible”.

El viaje continuó, pero seguirá en otras líneas….

Santa Cruz, Galápagos.

15 de julio 2017.

jueves, 8 de junio de 2017

El ritmo y la distancia, otra vez.

Correr o nadar, y mas aún en esta etapa donde la edad y la mente pretenden andar juntas, pero los años agarran primero al cuerpo e intentas tú zafarte de ellos! y entiendes ahí que la vida es eso, inexorable; y por lo tanto solo nos queda pensar y movernos.

Creíamos, cuando el cuerpo era más fuerte que tu mente, que el objetivo era hacer más distancia o ir más rápido.  Pero los mismos años o experiencia (llamémosla así...) nos enseña   que a la larga no resulta ser eso lo importante, sino que lo fundamental es encontrar un ritmo, mantenerlo. 

Indistinto a las distancias que avances, el poder sincronizarte, entrar en calma, encontrar tu paso,  poder ver la orilla, las olas o el azul infinito y abrazar con gusto el mar en cada brazada;  o cuando corres sentir el viento en tu rostro y  seguir respirando disfrutando la brisa de donde venga, escuchar las aves, percibir tus pisadas y cómo la sangre corre y fluye dentro de ti…esa es la esencia! tú en un  ritmo.

Y es indudable que en ocasiones quieres ir más rápido, quieres más distancias, pero en este andar te caes, o tragas agua, o te dañas rodillas, se te acalambran las piernas,  lastimas hombros,  te lesionas; hay golpes que rompen, hay olas que te desvían, compañeros de jornadas que quedan, unos regresan otros no. También sabes ir muy despacio o te quedas inerte creyendo que comodidad es hacer nada.  Pero en todo caso debes seguir, pero solo logras, a mi juicio, mantener tu estado (o tu vida) agarrando nuevamente  tu paso, la cadencia…el ritmo.

Quizás por eso, mas allá que siempre quisiera correr o nadar acompañado, o en grupo, buscas tus pares con quien congenias, pero  en muchas ocasiones es necesario salir  sólo para encontrar tu  propio ritmo, y por lo tanto para  buscarlo es más fácil consigo mismo. 

Sería errado decir que la vida es como nadar o correr ya que es mucho más que eso; pero haberlos hecho parte de mis hábitos, me permite comprender  que así como entiendo que el ritmo que uno pueda mantener es la esencia del ejercicio, el cómo tú decidas  hacer el día a día  es más importante que si alcanzas o no la gran meta; es aquella armonía de intentar ser feliz con lo que eres, en lo que haces, con lo que tienes, que a la larga es lo único que acaba valiendo la pena.

Mientras nado pienso mientras corro también, y no ha sido facil agarrar el ritmo y menos aún que el se empodere de ti, ya que como humano perdemos muchas veces el paso, o en analogía con la vida, nos desviamos de lo verdadero, de lo esencial, de lo sencillo, esto es  montándonos en el bus de la mayoría, en darle importancia a otros valores, de lo innecesario, y es así que cuando recibimos aquellas señales duras del exterior, consecuencia de nuestros propios actos, vemos que lo verdadero ha estado siempre junto a ti: el amor de tu mujer, el intentar hacer que nuestros hijos sean mejores para el mundo, en la sobriedad, la austeridad, lo simple, las causas para un mejor planeta, y reaccionas! agradeces a la vida y retomas un sentido.  En mi caso, tomo  los lentes de nadar o los zapatos de correr y salgo a buscar aquello que me hace sentir mejor. 

He tomado de mis propias líneas escritas en Septiembre 2016 lo esencial de lo expresado ahí. Le he incorporado en este texto mi gusto por nadar, toda vez que mi cuerpo, mi compañero en este inmenso instante que nos toca viajar en esta vida, me ha avisado que abrazando más  el mar... la travesía será mejor que con aquellas pisadas intensas que me han acompañado inolvidables momentos de mi vida.  

Cada vez que entro al mar y me zambullo me lleno de energía, cada vez que corro me reflejo yo mismo.  Seré ola, seré árbol.

No dejemos de sorprendernos de la vida, y seguir moviéndonos. De mi parte, iré tras el ritmo, no dejaré de nadar ni de correr.

Ricardo Arenas
2017, Junio 8.
Santa Cruz.


sábado, 4 de marzo de 2017

Nuevamente Galapagos

Mientras estaba sentado bajo el sol en una de las laderas de Volcán Chico en Isabela, aun con más de 31 años viviendo aquí, viendo que estas islas surgieron de erupciones, donde esos flujos de lava endurecidos en millones de años representan con tan solo observar de forma tan simple…pero a la vez tan  poderosamente: qué son las Islas Galápagos!
 
Donde mi presencia evidente e irreversible como ejemplo del humano que convive en un lugar tan natural y único,  sintiendo el viento del mar en mi rostro, pero esta vez como cachetada por haber fallado en donde me sumo como parte responsable de tal,  en no haber logrado que quienes inmerecidamente estamos aquí, sea por nacimiento o decisión...que no estamos a la altura  de conciencia y conocimiento de estas islas.

No es un tema de que vayamos a perder Galápagos en el largo plazo  solo por temas externos de manejo o  mala política sobre las mismas.  No, la vamos a perder  es en esta relación del numero de personas que estamos aquí sin la educación ni conciencia ni compromiso acorde a lo particular del lugar, y a la vez relacionado directamente al índice de crecimiento poblacional por razones migratorias, que la Ley de 1998 ni del 2015  ha podido frenar, no tanto por los instrumentos legales que estas Leyes tienen, sino justamente por la gente o actores que nos ha tocado cumplirlas o aplicarlas.

Estas líneas no pretenden sustentar un sentimiento basado en subjetividades, sino en hechos evidentes que aun siendo 2017 seguimos teniendo. Una fiesta de Carnaval en Santa Cruz donde nuestros chicos y jóvenes  celebraban con respetables valores continentales entre música, miles de botellas de carioca y licor durante 3 días. Un resultado de aplicación a un curso de guías donde el 90 % de quienes lo harán están en un rango de notas entre 40 y 60 sobre 100, cuando el mínimo que corresponde para aprobar debe ser 70/100, reflejando nuestro nivel galapagueño.  Cuando una malla curricular para jóvenes que deben cursar un III Bachillerato para que afronten las pruebas necesarias para graduarse del colegio lo hacen con el mínimo de horas de las materias imprescindibles por parte del Ministerio de Educación para que aprendan y los deje aptos para su vida futura.

Somos nosotros desde adentro parte de esto...no podemos excluirnos; donde movidos más por buscar nuestra comodidad sacrificamos valores vinculantes a la conservación de Galápagos. Claro está que diferentes gobiernos también son responsables del nivel educativo, preparación y limitaciones de nuestra gente.

Nuestros representantes de elección popular son nuestro reflejo.

Igualmente a través de organizaciones e iniciativas privadas se ha hecho su parte, pero mientras no logremos cambiar internamente a la gente, preparándolas, aun con este movimiento migratorio tan elevado en donde el esfuerzo o inversión en personas de 5 años atrás queda insuficiente ante las más personas que siguen llegando y por tal demandando más servicios, recursos y trabajo, no vale la pena pretender mejorar otros índices de vida en Galápagos.

De que hayamos fallado no significa que desmayemos por tal. Conversando con amigos debemos seguir intentando, sembrando, reinventarnos y seguir motivados para seguir trabajando por la educación de nuestra provincia.

Tendremos nuevo Gobierno este Mayo 2017, será como empezar de cero; debemos hacerlo!

Debemos propiciar los institutos técnicos, la capacitación, la transferencia de conocimientos, que se aplique los reglamentos existentes. Buscaremos que el nuevo gobierno busque cómo cambiar o mejorar la Ley de Galápagos.

Galápagos pertenece al Ecuador, es nuestra responsabilidad para el  mundo. Pero estas islas no es para todos. Vivir aquí exige de nosotros un enfoque diferente: valores, conciencia del lugar, estilo de vida diferente, otra preparación. Y cualquiera que viva aquí, cualquiera sea su circunstancia debemos quienes podemos, buscar que su educación mejore.

Ricardo Arenas
Santa Cruz 4 de marzo de 2017






viernes, 14 de octubre de 2016

Lo que pesa.

Política (entendiéndose en este escrito por quienes tienen que gobernar), deporte, lectura, música,  realmente no es lo esencial, aunque muy importante para  complementar y  mejorar o no  nuestra calidad de vida. 

Lo fundamental es lo que somos y lo que hacemos, la autosuficiencia, la integridad, y los caminos que recorremos para buscar bienestar y seguridad.  
Porqué entonces ese empeño de que lo político (a quien elijamos) hará que mesiánicamente defina lo bien o mal que debamos estar nosotros?   Esta postura mía no excluye que debamos votar bien indudablemente, pero no demos todo el peso o justificar nuestro destino a las decisiones de otro.

Y para dedicarle un par de minutos a la política nuestra…(sesenta dediqué hoy a correr, y estos cuántos a escribir), nos han colocado en la posición que el no coincidir políticamente con el gobierno estamos "en contra" o somos "oposición"; y peor aún: en contra del país.    Yo no estoy ni en contra, tampoco oposición del gobierno, y menos aún de mi país!    Simplemente no estoy de acuerdo en gran parte de su modelo y muchas de sus políticas; y sí rechazo ese apropiamiento de que este gobierno fuera el país. 
Debemos seguir trabajando y avanzando con el Estado; y esto, indistinto a la temporalidad de quienes son gobierno ahora. 
Y en este contexto, ajusto mis velas con los vientos y corrientes que nos toca navegar;  agarro mi ritmo, pero siempre con el  timón con la mano derecha, enrumbándome  en la dirección de mis principios, de lo que creo o no, y entendiendo que la vida es más tiempo navegando que fondeado en un puerto.
Regreso al trabajo.

Santa Cruz, 14Octbre/2016.

martes, 11 de octubre de 2016

Dos temas

Dos temas.
El uno. 
El que viva en Galapagos distanciado a centenas de kilómetros del resto del país, no significa que esté alejado de nuestra política, y de conocer la naturaleza humana en la medida que la vida ha ido mostrándome , compartiendo éxitos, caídas, pero siempre avanzando. 

Como yo, muchos hemos levantado negocios, o trabajamos jornadas largas como mi esposa;  e inclusive, ser creativos e imaginativos para generar y ganar dinero con el que perseguimos la seguridad y el bienestar.  Educamos nuestros hijos, consolidamos bienes, generamos trabajo, viajamos, hacemos aportes cívicos; y no dejamos de buscar una mejor calidad de vida para los nuestros en todas las índoles; pero en resumen: la sudamos! cuesta ganar dinero!  y cumplimos con decenas de obligaciones que la sociedad y el estado nos impone. 

Pero aún sabiendo que la corrupción existe, más allá que damos por sentado que es parte del  sistema, como de la  formación ( o no) de las personas, no deja de sorprenderme, de fastidiar, de entristecer y a la vez de disgustar, de ver cómo gente que ante apariencia de bien, comisionan, roban, aprovechan y  se llevan millones y millones de dólares. 

Me asquea, y siempre con esa duda que quizás en el futuro algún conocido será revelado, descubierto, y que llevará  aquel esa vergüenza del cual nunca podrá escaparse de si mismo al haber engañado la confianza de los otros.

Aquella linea "invisible" de cuándo la cruzas o no, de qué es estar en lo correcto, y cuándo no, es cierto, muchas veces es subjetivo, o sujeto a principios generales y  valores particulares, pero en todo caso, han  aprovechado y abusado de coyunturas y posiciones.  A mi juicio, son peores que aquel que roba un celular en la calle.  

Ratifica aquel principio que debemos actuar bien localmente, sin dejar de pensar globalmente.

El otro tema. 
Para aprender a cocinar bien…buscaré el mejor cocinero, para aprender basquet…buscaré el mejor entrenador, y así sucesivamente. 
Para corregir o administrar un país buscaré quien más entienda y haya demostrado ser  bueno en administración y economía. Pero, es suficiente?, un Estado es una empresa?, funciona solo la formula que necesitamos producir más, para que las empresas generen más, haya más empleo y mejorar los índices?, pero el Estado no debe tambien encargarse de sacar a un 60% de una población de la mayor pobreza e ignorancia profunda, y resolver sus condiciones mínimas básicas para generar oportunidades? 
Y aquel eficiente administrador probado del negocio …es suficiente, para tratar problemas actuales de una nación?.    Ese gran administrador que describo, debe solo tener la capacidad probada de buen administrador o tener  liderazgo que pueda cambiar estructuras de todo un  país adelante. 
Y su  gente que la rodea, no caerá dentro de lo que describo en mi tema uno? 

No tengo respuesta para mis dos temas, pero dentro de ese contexto: menos corrupción y cambiar modelo -dentro del escenario que se me brinda, buscaré lo menos malo, o enfocándolo positivamente, lo mejor entre lo que hay.

No toca más con decisión y gusto…trabajar y seguir intentando ser feliz!. Me voy a correr…
10 Octubre 2016