viernes, 14 de octubre de 2016

Lo que pesa.

Política (entendiéndose en este escrito por quienes tienen que gobernar), deporte, lectura, música,  realmente no es lo esencial, aunque muy importante para  complementar y  mejorar o no  nuestra calidad de vida. 

Lo fundamental es lo que somos y lo que hacemos, la autosuficiencia, la integridad, y los caminos que recorremos para buscar bienestar y seguridad.  
Porqué entonces ese empeño de que lo político (a quien elijamos) hará que mesiánicamente defina lo bien o mal que debamos estar nosotros?   Esta postura mía no excluye que debamos votar bien indudablemente, pero no demos todo el peso o justificar nuestro destino a las decisiones de otro.

Y para dedicarle un par de minutos a la política nuestra…(sesenta dediqué hoy a correr, y estos cuántos a escribir), nos han colocado en la posición que el no coincidir políticamente con el gobierno estamos "en contra" o somos "oposición"; y peor aún: en contra del país.    Yo no estoy ni en contra, tampoco oposición del gobierno, y menos aún de mi país!    Simplemente no estoy de acuerdo en gran parte de su modelo y muchas de sus políticas; y sí rechazo ese apropiamiento de que este gobierno fuera el país. 
Debemos seguir trabajando y avanzando con el Estado; y esto, indistinto a la temporalidad de quienes son gobierno ahora. 
Y en este contexto, ajusto mis velas con los vientos y corrientes que nos toca navegar;  agarro mi ritmo, pero siempre con el  timón con la mano derecha, enrumbándome  en la dirección de mis principios, de lo que creo o no, y entendiendo que la vida es más tiempo navegando que fondeado en un puerto.
Regreso al trabajo.

Santa Cruz, 14Octbre/2016.

martes, 11 de octubre de 2016

Dos temas

Dos temas.
El uno. 
El que viva en Galapagos distanciado a centenas de kilómetros del resto del país, no significa que esté alejado de nuestra política, y de conocer la naturaleza humana en la medida que la vida ha ido mostrándome , compartiendo éxitos, caídas, pero siempre avanzando. 

Como yo, muchos hemos levantado negocios, o trabajamos jornadas largas como mi esposa;  e inclusive, ser creativos e imaginativos para generar y ganar dinero con el que perseguimos la seguridad y el bienestar.  Educamos nuestros hijos, consolidamos bienes, generamos trabajo, viajamos, hacemos aportes cívicos; y no dejamos de buscar una mejor calidad de vida para los nuestros en todas las índoles; pero en resumen: la sudamos! cuesta ganar dinero!  y cumplimos con decenas de obligaciones que la sociedad y el estado nos impone. 

Pero aún sabiendo que la corrupción existe, más allá que damos por sentado que es parte del  sistema, como de la  formación ( o no) de las personas, no deja de sorprenderme, de fastidiar, de entristecer y a la vez de disgustar, de ver cómo gente que ante apariencia de bien, comisionan, roban, aprovechan y  se llevan millones y millones de dólares. 

Me asquea, y siempre con esa duda que quizás en el futuro algún conocido será revelado, descubierto, y que llevará  aquel esa vergüenza del cual nunca podrá escaparse de si mismo al haber engañado la confianza de los otros.

Aquella linea "invisible" de cuándo la cruzas o no, de qué es estar en lo correcto, y cuándo no, es cierto, muchas veces es subjetivo, o sujeto a principios generales y  valores particulares, pero en todo caso, han  aprovechado y abusado de coyunturas y posiciones.  A mi juicio, son peores que aquel que roba un celular en la calle.  

Ratifica aquel principio que debemos actuar bien localmente, sin dejar de pensar globalmente.

El otro tema. 
Para aprender a cocinar bien…buscaré el mejor cocinero, para aprender basquet…buscaré el mejor entrenador, y así sucesivamente. 
Para corregir o administrar un país buscaré quien más entienda y haya demostrado ser  bueno en administración y economía. Pero, es suficiente?, un Estado es una empresa?, funciona solo la formula que necesitamos producir más, para que las empresas generen más, haya más empleo y mejorar los índices?, pero el Estado no debe tambien encargarse de sacar a un 60% de una población de la mayor pobreza e ignorancia profunda, y resolver sus condiciones mínimas básicas para generar oportunidades? 
Y aquel eficiente administrador probado del negocio …es suficiente, para tratar problemas actuales de una nación?.    Ese gran administrador que describo, debe solo tener la capacidad probada de buen administrador o tener  liderazgo que pueda cambiar estructuras de todo un  país adelante. 
Y su  gente que la rodea, no caerá dentro de lo que describo en mi tema uno? 

No tengo respuesta para mis dos temas, pero dentro de ese contexto: menos corrupción y cambiar modelo -dentro del escenario que se me brinda, buscaré lo menos malo, o enfocándolo positivamente, lo mejor entre lo que hay.

No toca más con decisión y gusto…trabajar y seguir intentando ser feliz!. Me voy a correr…
10 Octubre 2016

viernes, 2 de septiembre de 2016

El ritmo y la distancia

Correr, y mas aún en esta etapa donde la edad y la mente pretenden andar juntas, pero los años agarran primero al cuerpo e intentas tú zafarte! entiendes que la vida es eso: pensar y moverse.

Creíamos, cuando el cuerpo era más fuerte que tu mente que el objetivo era hacer más kilómetros, o ir más rápido.  Pero los mismos años o experiencia (llamémosla así...) nos enseña  que eso es secundario, lo importante es el ritmo. 

Esta es la esencia, mantener el paso…lograr un ritmo.

Indistinto a los kilómetros que corras, es tener la capacidad de sincronizarte, todo en ti buscando equilibrio, encontrar tu paso,  poder mirar a los costados y ver los arboles,  sentir el viento en tu rostro, seguir respirando, disfrutar de la brisa del mar, escuchar las aves, percibir tus pisadas y cómo la sangre corre y fluye dentro de ti.

Y es indudable que en ocasiones quieres ir más rápido, quieres más kilómetros y kilómetros, pero en este andar te caes,  te dañas rodillas,  lastimas hombros, te lesionas; hay golpes que rompen,  compañeros de carrera que quedan, unos regresan otros no. También sabes ir despacio, o te quedas inerte creyendo que comodidad es no hacer.  Pero en todo caso debes seguir, pero solo logras mantener tu estado (o tu vida) agarrando nuevamente  tu paso, la cadencia…el ritmo.

Quizás por eso, mas allá que siempre quisieras correr acompañado o en grupo,  en muchas ocasiones es necesario correr sólo para encontrar tu  propio ritmo, y por lo tanto buscar, y solo así lo encontrarás.  Por condición social buscas quiénes pueden estar con el mismo ritmo, o en cosas de la vida…buscas tus pares, con quien compatibilizas, con quien compartes, pero siempre manteniendo la libertad de los espacios.
Sería errado decir que la vida es como correr; pero el haberlo hecho parte de mis hábitos, me permite comprender  que así como entiendo que el ritmo que uno pueda mantener es la esencia del correr, el cómo tú decidas  hacer el día a día  es más importante que si alcanzas o no alcanzas la gran meta; es aquella armonía de intentar ser feliz con lo que eres, con lo que haces, con lo que tienes, que a la larga es lo que queda.

Mientras corro pienso, y no es fácil lo que digo, no siempre lo logras, como humano perdemos muchas veces el paso, y corremos solo por “alcanzar distancias”, pero  la naturaleza humana te sorprende. Veo en políticos locales y extranjeros, egoísmos, abusos, corrupción que ofende la indolencia de sus ambiciones que transgrede confianzas, lo ajeno, y abusan de su condición cuando ves que una gran mayoría se sacrifica con trabajo de vidas, para lo que estos en coyunturas logran falsas riquezas, o “muchos kilómetros”.

Vi una madre que días atrás perdió su hijo tras una enfermedad. Su mirada diáfana, su dolor contenido pero brotando en dulzura ante su otra hija, duele el alma! dolor inexplicable, busca reconstruir su vida, que estoy seguro que con amor, paz y encontrando su ritmo lo logrará.

No dejemos de sorprendernos de la vida, y seguir moviéndonos. De mi parte, iré tras el ritmo, no dejaré de correr

Ricardo Arenas
2016, Septiembre 2.


lunes, 7 de marzo de 2016

La Reserva Marina de Galápagos Marzo 2016.

Cualquiera hayan sido los  términos que acordó el Gobierno y los Pescadores de Galápagos en relación a la nueva zonificación de la reserva marina, asumo y entiendo que deberá trabajarse en análisis que establezca primero los niveles de uso que ese sector ha tenido, y el reordenamiento para tal que tendrá que haber de ahora en adelante.

Estoy seguro, que entre los primeros puntos es la necesidad de calificar guías de buceo de la reserva marina de Galápagos;  y que habrá una distribución de las patentes de crucero de buceo navegable, para que el potencial del recurso natural se distribuya más equitativamente en la operación turística; es decir no para unos pocos. Esta nueva zonificación no es una simpleza que con una declaración que hagamos al mundo por lo extraordinario que es nuestra reserva sea suficiente. Esto implica un ordenamiento de la carga turística hacia el sector. El turismo es quien paga la ciencia, la investigación, la conservación, la promoción, las expediciones de investigación, la pesca, y todas las actividades productivas directa e indirectamente en la región.  O alguien duda de esto?

En cuanto al sector pesquero, se deberá compensar no al sector, o a los Pescadores de Galápagos en general por ser “pescadores”,  ya que reforzaría esta distorsión de  asumir derechos per se sin exigirse la inalienabe contraparte de responsabilidad que las sociedades actuales requieren, ya que si se toma esta decisión de precautelar una área de la reserva quizás algo apresurada a mi juicio, la obligación de compensar tendrá que hacerse solo a quienes la información técnica demuestre que esta medida lo afecta directamente.

Esto debe establecerse con la información que arroja los flujos y frecuencia de los pescadores hacia esa zona y el tipo de pesca realizada. Para esto hay los zarpes en las Capitanías, los registros de pesca del PNG, los reportes de AyS del sistema de Control de la Reserva, con lo que se podrá sustentada y estadísticamente establecer la pesca en dicho sector y en qué grado de afectación y a quiénes en especifico esta modificación de la reserva marina estaría perjudicando.

No sería correcto que por esta coyuntura todo un sector que no está pescando por dicha área “sea compensado” con patentes y otras medidas que también incrementa la presión de carga turística al resto del archipiélago; y que por denominarse pescadores y que inclusive le da derecho generacionales en Galápagos, vaya a beneficiarse de un esfuerzo de cuidado de muchos que día a día producen para y en la región, incrementando estas inconsistencias que no ayudan en la sostenibilidad de las islas.

Y por otro lado, quién paga el cuidado del Santuario, cómo garantizamos al mundo su manejo? Hay los recursos para vigilarlo, cuidarlo? No corresponde ahora al resto del mundo, para quienes también se lo estamos cuidando co-participar en esta responsabilidad. Aquí es donde debemos ver esta frase popular gringa: -" pon tu billetera donde pones tu boca". Es la oportunidad de todos estos famosos activistas de ir mas allá de usar un traje de buceo, discursos potentes ante millones de pantallas, en actuar  de forma efectiva el mantenimiento de una área prístina.

Tengo amigos pescadores, como otros con la responsabilidad de administrar la región,  pero aún con el dilema de nuestros intereses particulares y el interés común-la naturaleza, más allá de la critica creo en las propuestas.
Ricardo Arenas
7Marzo2016




miércoles, 25 de noviembre de 2015

Paseo en bicicleta (Feb 2010)

Lo escribí hace más de 5 años, con una óptica en mis 47 años....

Un paseo en bicicleta.

Intenté hoy noche leer,….alejé la página más de cincuenta centímetros de mis ojos; en cambio ayer recorrí ciento veinte kilómetros en bicicleta bordeando la Costa desde Salinas hasta Puerto López. No distingo la “a” de la “e” sin mis lentes de lectura pero hoy hice otros ciento veinte kilómetros también en bicicleta desde Puerto López venciendo el Aromo para llegar a Manta, disfrutando los hermosos paisajes de nuestra Litoral sintiéndome tan vivo, feliz, extasiado por ser capaz de admirar y emocionarme.

No fue solo un paseo, fue mar, sol, musculo, mensaje, risas, ejercicio, alegría, ejemplo, determinación, reflexiones, y una nueva oportunidad para ratificar que nuestra riqueza está en disfrutar lo sencillo.

Salimos de Salinas minutos antes de las 9 de la mañana, decenas y decenas de ciclistas de todas las edades, mujeres y hombres, custodiados por la Policía y sabiendo que íbamos hacer algo “especial y diferente” Un paseo que no todos lo pueden hacer, haciéndonos privilegiados por tal. Privilegiados por pedalear, no contaminar, por sentir y ejercer nuestro cuerpo y alma en cada metro que pulso a pulso íbamos rodando.

Cruzar Capaes, Punta Barandúa, Punta Blanca, San Pablo, Palmar, Monteverde, San Pedro, Valdivia, Cadeate, Simón Bolívar en bicicleta es muy diferente que hacerlo en carro. Nuestras remembranzas y vivencias de todos y cada uno de esos lugares que decenas de veces los pasamos en paseos vacacionales con la familia antaño se agolpaban más duro en nosotros que los músculos cuando se tensaron luego de ya decenas de kilómetros rodados.

La energía de uno iba a la par con la fuerza que sentíamos que nos transmitía el mar, es decir, más allá que lo que las piernas lo permitían eran los “por qué” lo hacíamos los que nos impulsaba a receptar dicha fuerza.…
Nos acercábamos a Manglaralto, y sabíamos que estábamos más cerca del destino, y más lejos de donde empezamos. Montanita fue solo un paso fugaz, y subir la loma de Olón fue la medida para saber que ya nada ese día nos iba impedir lograr lo que nos habíamos propuesto.

Pasar Curia, San José, y llegar a la Entrada nos hizo ratificar que esa zona del país es hermosa, su aire, su vegetación tienen esa magia y encanto que encierra a los que disfrutamos los lugares alejados de las ciudades.
Estos sitios nos pertenecen, aun sin títulos, íntimamente a quienes traemos una historia de los nuestros ahí.

El sol no cedía y no dio clemencia, nos probó. Qué placer sentirlo! hacernos sudar, y sentir que quemaba nuestra piel, vivirlo superó nuestro razonamiento y vigencia de información sobre los daños que nos causa, pero en esos momentos…en que calentaba nuestra sangre, reiterábamos la concesión que teníamos por estar sobre esas bicicletas.

No llegaba el abastecimiento de líquidos y la subida de la Entrada hizo que forjados ciclistas empiecen a ceder. No me faltó el irremplazable guineo que llevé en bocados a mi interior y que estuvo para salvarme entre esas pedaleadas casi acalambradas, en que más que el efecto natural de la fruta en mi era el convencimiento que el mismo iba a ayudar a disminuir mis calambres.

Cruzar esa cordillera costeña con el viento del mar viniendo del oeste, para después de mas y mas kilómetros ganados arribar a Puerto López, fue un placer legitimo, puro, de vida, de amor, de que sí podemos, que supera las líneas de aquel real poema: “Síndrome” de Benedetti.

Encontrarme con mi sobrino Federico, junto con sus amigos y otros ciclistas contando las vivencias de la carretera, del viento en contra, los baches, el “chupar llanta”, la tremenda subida, el soporte logístico de mi hijo, la admiración hacia unas extraordinarias señoras que lograron en mejores términos el reto de hacerlo, fue tan agradable y placentero que los mismos kilómetros andados.

Puerto López, su playa exacta como la recuerdo, el pueblo diferente como lo conocí de pequeño, pero en cambio nos hospedamos en un hermoso y bien ubicado hotel, Mandala; en el extremo norte de la población.

Día siguiente en ruta Puerto Cayo. Menos ciclistas, pero más determinación; más cansancio pero más voluntad, menos sol pero más cuestas, menos dolor pero más pensamientos. El paisaje más penetrante que el día anterior, y esas montañas del Aromo interminables y potentes; no debemos permitir que las destruyan y las contaminen!

Eran kilómetros y kilómetros de subida, y en cada metro que hacíamos aun quedando parte de nuestra energía salpicada en sudor y calorías ganábamos en vida y en satisfacción. Nunca había sentido tanto placer de llegar a Manta, no fue para mí cualquier arribo, fue el culminar un sencillo reto, simple para algunos pero inmenso para mí.

Experiencia única, paseo inigualable, paisajes hermosos. Valió y vale la pena hacerlo mientras nuestro espíritu siga siendo fuerte e intenso y sigamos sorprendiéndonos con tan solo ver volar un ave en el horizonte. Un querido sobrino me dio la oportunidad de hacerlo.

Me emocioné, y sin perder la óptica de un relato de fin de semana, no pude excluir de ver mi país, sus carreteras, mi gente, sus poblados. Y este Ecuador está hecho con el sudor y esfuerzo de la gente, nada más. Es a quienes hacen y trabajan que el Estado debe proteger, y garantizar que el país siga siendo productivo; y esto… a punta de carteles cada par de kilómetros no cambia nada.
Y mientras escribo estas líneas, debo hacerlo con mis lentes puestos…, apenas vamos 47 años!

Ricardo Arenas
Feb 8 2010


“Todavía tengo casi todos mis dientes
casi todos mis cabellos y poquísimas canas 
puedo hacer y deshacer el amor 
trepar una escalera de dos en dos 
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus 
o sea que no debería sentirme viejo 
pero el grave problema es que antes 
no me fijaba en esos detalles”
Mario Bennedeti

martes, 24 de noviembre de 2015

Por ahí va la cosa...

Creo que por aquí va la cosa…la verdad; buscar lo genuino, fortalecer el interior, y vivir en lo sencillo.

El tomar en serio tu interior es una condición que debes imponerte día a día, no es fácil, …es donde debes sobrellevar tus propios demonios, dominarlos, y aun cuando a veces pierdes, volver a seguir, y cada día, mientras subes ese camino hacia adentro te das cuenta que aún, sin arrepentirte de nada de lo que has hecho ante  los intensos  remolinos que la vida nos ha brindado,  está valiendo la pena llegar cada vez más adentro.

Uno llega a entender que no hay mas Dios que lo que tu mente desea crear o creer. Y que con lo que vas descubriendo y comprendiendo tú decides cómo quieres que sea tu Dios.  Yo lo encuentro en las expresiones de la naturaleza, y en lo que mi pensamiento me enseña. Es mi verdad, que no es la verdad de todos.

Correr, leer, ser lo más amable  que pueda, sentir el mar, no condenar, escuchar música, hablar siempre en positivo, evitar que tus palabras dañen, trabajar, construir, producir más de lo que consumo, ayudar lo que más pueda,  cumplir, buscar momentos de silencio, amar, disfrutar de los míos, así como de los pocos amigos que tengo; no lastimar, buscar bienestar;  y así muchos otros comportamientos que para mí son mis valores y  que he decidido imponerme. No siempre lo logro, pero intento siempre hacerlo.

No necesariamente sean valores para otros, pero es mi decisión, y que a esta altura de mi vida es lo que me está llenando, como antes  me llenaba otras cosas u otros valores. Esto es parte de nuestra evolución.

Con toda la intensidad de vida que tengo y que los años sin pedirlo ya me dicen que están pasando,.. o  con este transcurrir irreversible de días que mi mente todavía se revela ha aceptar, es lo que hace que vea la vida de esta  nueva manera.    Me gusta admirar la belleza, lo hermoso de las mujeres, la compañía; el amor y vehemencia de la mīa...el único puerto de mi corazón; sentir olores, el disfrutar de un buen café, beber buen vino,  una grata conversación, y escuchar la guitarra de mi hija; así como el viento en el rostro cuando corro, o la humedad del mar cuando estoy en él. Todo esto es sencillo, y es lo que hace que valga la pena la vida que llevo.

Y porqué estas líneas ahora? Veo que el mundo se descalabra por guerras de religión, creencias, y de verdades absolutas, de intolerancia, por indolencia de muchos, y por recursos que necesitamos para seguir sobreviviendo en esta carrera sinfín de consumo.

Creo que es un privilegio, dada las circunstancias actuales poder escribir estas líneas y expresar lo que he puesto.  Pero soy tan responsable de lo que está pasando  ahora …”todo me duele, campanas suenan…lo hacen por mi también”.

Pero la vida inexorablemente avanza y debemos... aceptar por un lado, revelarnos por otro, pero trascender ante los nuestros, plasmando pensamientos.  Y en mi caso, ayudar a mis hijos que se preparen para trajinar los fuertes caminos de la vida exterior, pero también colocar las  semillas  para que, en sus propias libertades, encuentren sus verdades en su propio interior.

Por ahí va la cosa…

Ricardo Arenas

Puerto Ayora, 24 noviembre 2015