Creo firmemente que la educación es la única herramienta para la superación. Así como existen carreras en Ciencias Ambientales y afines, también hay muchas otras en diferentes ámbitos y alcances. En Galápagos, los jóvenes se preparan, pero las circunstancias insulares y familiares hacen que muchos regresen a las islas tras sus estudios, priorizando el trabajo sobre sus sueños. En este mundo crudo y competitivo del siglo XXI, la preparación es fundamental.
Galápagos es única. Su valor radica en sus recursos naturales, pero conservados. Somos parte de un país con enormes necesidades, y tanto la gente como las islas deben sobrevivir. Hemos logrado conservarlas relativamente bien, pero 33,000 personas ejercen presión sobre las áreas protegidas de Galápagos, exigiendo carga marítima; una operación turística gran parte manejada desde afuera de las islas, con más de 350,000 visitantes anuales y 166 patentes entre navegación, tours diarios y pesca, además de una creciente demanda de servicios e infraestructura en los puertos.
Pero lo que realmente "interesa" y preocupa al mundo son las especies en peligro, el conocimiento que arroja el comportamiento de ellas; la amenaza de la pesca indiscriminada de flotas extranjeras, y las especies introducidas cuando destruyen áreas prístinas. Estos problemas ambientales se han convertido en "etiquetas de responsabilidad social y económica". Galápagos representa todo esto ante el mundo, y es imperativo reconocerlo. Se ha creado una estructura financiera y ambiental global que genera recursos en su nombre, donde lo importante ya no es el objetivo final, sino el proceso, y esto se ha convertido en una industria que mueve a miles de profesionales en todo el mundo.
En el primer párrafo, me referí a los jóvenes que buscan una carrera y sueñan con ingresar a la administración pública en Galápagos o a las ONGs, donde sus oportunidades de mejores trabajos serían mayores. Sin embargo, resolver o contribuir a solucionar los problemas que afectan el equilibrio de las islas y conservar los recursos naturales ya no es lo prioritario. Lo que realmente impulsa a muchos es asegurar una estabilidad laboral dentro del sistema, sin importar si los objetivos que sus instituciones declaran perseguir se cumplen o no.
Yo también tengo hijos y, aunque pueda sonar duro, los he educado para ser ciudadanos del mundo, conectados con el sentido de la vida en Galápagos, pero que primero salgan de las islas para construir su futuro, esperando que no sacrifiquen sus sueños a cambio de la seguridad que la vida en las islas pudiera ofrecerles.
Muchos de mis conocidos forman parte de esa estructura que describo. A algunos los respeto y a muchos los aprecio. Pero, como dijo Nietzsche: "no hay hechos, solo interpretaciones". Después de casi 40 años en las islas, esta es la mía.
Galapagos Life Fund y otros proyectos reflejan mejor lo que aquí expreso.
Ricardo Arenas P.
Santa Cruz, 13 septiembre 2024.
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